martes, 28 de noviembre de 2017

EL VIEJO ZORRO LO HIZO UNA VEZ MÁS


Ocho victorias seguidas era lo que traían los Saints cuando llegaron a Los Angeles. Además, el ataque del equipo de New Orleans promediaba 37 puntos en los tres últimos partidos y, aunque los Rams tienen una ofensiva capaz de poner muchos puntos en el marcador, eso es algo que debían controlar para llevarse el duelo y dar un puñetazo en la mesa. La pelota estaba en el tejado de Wade Phillips.

Desde que comenzó la temporada 2017, todos los halagos han ido en la dirección del head coach. Sean McVay ha hecho un trabajo excepcional con un ataque que llevaba años siendo un lastre para los antiguos St Louis Rams, de eso no hay duda y todos los reconocimientos que está teniendo son justos. Aspira a ser el entrenador del año y, si lo termina ganando, será con total merecimiento.

Esto no nos puede alejar de una perspectiva más global. Gregg Williams había hecho un gran trabajo con una defensa que era de las más temidas en toda la liga. La llegada de Wade Phillips ponía alguna duda por el cambio de esquema, pero el veterano coordinador defensivo lleva mucho tiempo demostrando que es élite en lo suyo. En Denver, construyó una defensa histórica, capaz de derrotar a estos Patriots y de aplastar a un ataque que había sido diferencial como fue el de aquellos Panthers de 2015. Es decir, era poco probable que Phillips no tuviera éxito con los mimbres de los que dispone en ese roster, aunque su esquema defensivo fuese distinto al de Williams.

Su prueba de fuego llegó este pasado domingo cuando los visitó el líder de la NFC South. Y dominaron a su rival. Wade Phillips puso a la defensa de los Rams a la misma altura, o más, que su explosivo ataque.

¿MIEDO AL MONSTRUO DE DOS CABEZAS? 

Mark Ingram se presentó en Los Angeles tras haberle endosado 131 y 134 yardas de carrera a Bills y Redskins respectivamente. El año del running back está siendo bestial y llegaba en el mejor estado de forma posible. Una de las claves para los chicos de Phillips era minimizar el juego terrestre de los Saints.

Estos Saints te trituran por tierra. Son capaces de amasar mucho los drives y de comerse mucho tiempo de posesión. Maneja el reloj de forma excelente y su defensa puede estar más fresca cuando le llega el turno de saltar al campo.

Pues bien, el pasado domingo, Ingram corrió para 31 yardas., cien yardas menos de las que había corrido en las dos semanas anteriores. La defensa de los Rams secó la aportación de una de las estrellas de este 2017.

La otra cabeza de este monstruo, sí que fue un quebradero de cabeza para la defensa, pero con un detalle importante. Alvin Kamara corrió para 87 yardas (que no está nada mal), pero 74 de esas 87 yardas vinieron en el primer touchdown de la noche. Después de esa anotación, producida en el primer cuarto, solo pudo hacer 13 yardas en el resto del partido. Es decir, el partido de los Rams contra la carrera, el mayor peligro de los actuales Saints, fue soberbio.

Para ello, la receta fue dominar desde el interior de la línea defensiva y usar mucho a Barron en la caja. Lo primero fue trabajo de Aaron DonaldMichael Brockers y compañía. Su partido en ese interior fue muy bueno teniendo en cuenta que se enfrentaban a una línea ofensiva que estaba brillando con luz propia estas últimas semanas. Además, y tras la baja de Barwin durante el encuentro, Robert Quinn y Samson Ebukam (ojo a este chico que es rookie) fueron capaces de mantener cerrado sus respectivos edges ante posibles carreras exteriores. El trabajo de esa línea defensiva, en general, merece toda nuestra atención.

Aún así, la ayuda que recibieron desde la zona underneath fue fundamental. Los Saints son un equipo que juega mucho carreras zonales. Inside zone, outside zone, split zone, etc, las vemos cada domingo en el ataque de los chicos de Sean Payton. Con esto, es fácil ver a los OGs subir al segundo nivel para buscar a los defensores underneath. El hit&shed de los linebackers debe ser bueno para evitar quedarse enganchados en el bloqueo y es lo que Ogletree intentó cada vez. Por su parte, colocar a Barron en la caja puede llevar problemas por esto mismo. Barron es un safety, algo menos pesado que un linebacker, por lo que él debe usar su velocidad para evitar estos bloqueos, algo que hizo a la perfección. Barron voló por la zona underneath. Reaccionaba muy bien al snap, leía el alley y llegaba hasta el corredor con muchísima velocidad. Sus tackles fueron casi siempre contundentes.


Pero el monstruo de los Saints no solo lleva el balón por tierra, también es capaz de llevarlo por aire. Aquí, Kamara sí fue un problema para los Rams. La idea de Phillips era usar bastante tiempo defensas individuales en cobertura. Esto dejaba a Ogletree y a Barron bailando con la más fea. Cuando Ingram estaba en el backfield, Ogletree era el encargado de su marca y Barron se alineaba con el tight end. Si era Kamara quien se colocaba junto a Brees, Barron lo defendía, pero el safety no fue capaz de tapar esa vía de escape. Mientras que contra el juego de carrera su partido fue bueno, cuando tuvo que defender a Kamara en cobertura, hizo aguas. Si Kamara se situaba abierto, o en el slot, era Lamarcus Joyner quien se quedaba su asignación, algo que funcionó mejor que con con Barron.


Phillips planteó una defensa individual durante casi todo el partido. La mayor parte, lo hizo con dos safeties profundos (Cover-2 Man), pero también usó su Cover-1 Robber. Ogletree, en cobertura individual con Ingram, estuvo fantástico. Ingram es menos elusivo y explosivo saliendo a recibir que Kamara, y eso lo pudo controlar mejor el linebacker de los Rams. Fue capaz de conseguir seis stops, una cifra espectacular. Además, Ogletree era el encargado de jugar en robber cuando la defensa era Cover-1. La misión del linebacker era neutralizar todas las rutas cruzadas que tan bien juegan estos Saints y que tanto provecho saca de ello Brees.


Lo fundamental para defender individual es romper el timing entre quarterback y receptor, algo muy reconocible en las defensas de Phillips. Para romper este timing, es necesario dos cosas: dureza y juego muy físico por parte de los jugadores en cobertura y presión al pasador. Quinn, Ebukam, Brockers o Donald (incluso Barwin antes de lesionarse) hicieron un trabajo notable en este segundo aspecto, y la secundaria, con Webster y Johnson a la cabeza, hicieron su parte con los receptores que pululaban por todo el frente de ataque del equipo visitante. Brees no estuvo cómodo en todo el partido y no fue capaz de coger ritmo en el juego de pase.

El plan de Wade Phillips salió a las mil maravillas, ya que mantuvo a los Saints durante casi todo el partido en promedios muy bajos comparados con los que habían ofrecido en la racha de ocho victorias consecutivas. Defensas individuales en cobertura y cerrar gaps interiores contra el juego de carrera, la receta parece fácil, pero cuando te enfrentas a unos tipos con tanto talento, no es sencilla de realizar.

Una vez más, Phillips ha demostrado que está en la cúspide de los coordinadores defensivos y le da a su equipo un vuelta de tuerca más. McVay ha conseguido que el ataque sea explosivo y Phillips está creando una defensa muy dura y eficiente. El equilibrio entre ataque y defensa es algo muy difícil de conseguir en una liga tan potente como lo es la NFL, así que podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que estos jóvenes Rams empiezan a hacerse respetar. Su techo todavía esta muy alto y hay que esperar un poco aún para saber si logran alcanzarlo. Eso sí, a cualquier guerra que vayan, van a estar preparados en el plano defensivo. El viejo zorro se encargará de ello.

Rubén Ibeas
@rubenibg

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